camaroneros de corazón y flamencos

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jose monje cruz

domingo, 19 de febrero de 2012

niña pastori se convierte en la niña de cai

niña pastori pregonera del carnaval de cadiz 2012

La Niña de Cai gana la batalla al invasor Fueraparte con ayuda de Palomar y Martínez Ares 


plaza de san antonio de cai

la niña de cai

capitana niña pastori


diario de cadiz

Capitana Pastori manda cantar
La Niña de Cai gana la batalla al invasor Fueraparte con ayuda de Palomar y Martínez Ares


La plaza de san Antonio fue anoche escenario de una cruenta batalla. La que enfrentó dos maneras de ver la vida, la misma que hace doscientos años convirtió a la ciudad de Cádiz en fortín y punto de comienzo. Esta vez los contendientes fueron la Niña de Cai, que tenía toda la cara de otra Niña, Pastori, y un gabacho mal plantado de nombre Fueraparte, un emperador franchute con acento de Dos Hermanas y un parecido sospechoso con Manu Sánchez.
Las 20.000 almas que anoche (según las fuentes del aún resistente gobierno local) se refugiaron en San Antonio, el último reducto de una Cádiz sitiada por las tropas más malages que han pasado por el planeta, siguieron con pasión el enfrentamiento. Ni los disparos que se lanzaron desde las azoteas intimidaron a la capitana de las tropas gaditanas.
La Niña advirtió a Fueraparte que en caso de seguir con su intención de conquistar Cádiz se iba «a formar el tangai cuando lleguen las tropas de Castellón», además de anunciar con regocijo que «desde Santa María venía por alegrías un escuadrón de flamencos para darle tirititrán a los franceses».
Y a fe que llegaron. La capitana, la Niña de Cai, se puso al frente de ellos, siempre apoyada por su mano derecha, el comandante Palomar, con el mismo nombre y la misma cara también que el famoso cantaor gaditano. Fue entonces cuando comenzó la verdadera batalla contra el enemigo, el lacio más temido, el enemigo de la gracia. Un tío tan malage que llamó al 1004 y le colgó la peruana.
Fueraparte ofreció a la Niña el puesto de alcaldesa a cambio de su rendición, pero la respuesta fue contundente. Con cuatro estribillos le calló la boca al gabacho, al que le espetó: «Por si usted no se han enterao, esto es Cádiz so malage, y el Carnaval es sagrao».
La primera bomba contra el invasor la lanzó el comandante Palomar a ritmo de tanguillo. El golpe fue certero, pero aún más estragos causó el pasodoble de la comparsa 'Entre tus brazos' que la capitana le dedicó a su futuro Cádiz «tan lindo como el que ha tenido tu madre. Te dormiré cantando las coplas que me cantaron a mí cuando era sólo una niña», le dijo. La victoria gaditana comenzaba a encauzarse. Más aún con la llegada de los refuerzos. El primero en llegar fue el pirata de Santa María, el Niño, otro con un parecido más que razonable, esta vez con Antonio Martínez Ares.
Pero Fueraparte, lejos de achantarse, volvió a mandar disparar a sus hombres apostados alrededor de la plaza y confesó que a su llegada a Cádiz estaba decidido a tirar el Atlántico, el Museo del Carnaval y el segundo puente, pero «gracias a Teo me he ahorrado el trabajo», dijo. Y cuando parecía que sus tropas de la malage avanzaban, salió a su paso otro batallón, el del pasodoble, que le pidió el tipo, las voces, las coplas y el rostro a la comparsa de Antonio Martín, 'Se acabó el cuento'.
Ya con la cosa más tranquila, llegaron en el Vaporcito hasta Cádiz los liberales. Cualquiera diría que eran el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, el escritor y periodista Juan José Téllez, y Chipi, el líder del grupo La Canalla, perono, eran los avanzados de las tropas liberales. Una vez en tierra lanzaron su proclama.
Un llamamiento a la ciudad para que se defienda, para que no renuncie a sus sueños, para que detenga a ese nuevo Napoleón que es la europa mercantilizada. Y para recordarle que, si al final sucumbe, debe volver a reiventar la libertad volviendo a ser lo que siempre fue, una isla en medio de todos los tiempos.
La Niña se fue creciendo. Amedrentó al francés a golpe de talento y voz. Se atrevió a pedir libertad al son de Los Chunguitos, y de nuevo con el apoyo del batallón comparsista se atrevió a lanzar como una bomba letal el pasodoble 'Hace ya cuatro meses', de la mítica comparsa 'A fuego vivo'.
Se acordó entonces de que la fuerza de Cádiz no se restringe a sus fronteras, sino que bebe de la de todos los países iberoamericanos, a los que fue nombrando uno por uno, como invocándolos a participar en la fiesta de la victoria, la misma que la ciudad tenía previsto celebrar como Capital Iberoamericana del Carnaval y de la Cultura antes del sitio francés.
Y siguieron llegando refuerzos, o mejor dicho, avisos a los franceses de que había batallones dispuestos a partirse el pecho por Cai en cuanto la Niña los reclamara.
Por video llegó el apoyo de los guerreros de la Tercera Aguada, comandados por la cantante Malú; del batallón de los que quieren a Cádiz aunque estén lejos, con Alejandro Sanz, predecesor en el cargo de Pastori, como portavoz; del de los flamencos que están repartidos por el mundo, representados con mucho arte por otra expregonera Sara Baras; y del ejército de la Roja, con el futbolista sevillano del Real Madrid Sergio Ramos como capitán.
Pero Fueraparte no estaba dispuesto a rendirse fácilmente. «Conquistaré Cádiz porque no podría vivir sin ella». Con esos argumentos, la Niña tuvo que recurrir a la artillería pesada, la de la alegría, «que es como se contesta en Cádiz a la crisis, a las fatigas y también a los malages».
Estaba cantando, el emperador Fueraparte tuvo que presentar su rendición después de tanto arte. El golpe flamenco de la bailaora Claudia Cruz le asestó el golpe final. A Fueraparte no le quedaba ya artillería para luchar contra las coplas. «Pueden más tus alegrías que mis bombas», le reconoció a la capitana, y se vino abajo de tal manera que acabó avisando que se unía a las tropas gaditanas y que iba a sacar una chirigota.
Por fin se ganó la batalla a base de aplausos. Los guerreros gaditanos descansaron, y la capitana los quiso premiar cantándoles 'Cai', como no podía ser de otra manera. La fiesta no quedó ahí. La capitana terminó por quemar sus planes de guerra y los cambió por unas improvisadas bulerías que lograron penetrar en lo más hondo del bando enemigo, tanto que hasta Fueraparte acabó bailando.
Terminó así la batalla más gaditana que se recuerda. La que ganó la pregonera del Carnaval, la Niña Pastori. Sirvió además para despejar una de las grandes incógnitas del pasado Concurso de Agrupaciones del Teatro Falla. ¿Dónde está la pregonera? Pues está claro, estaba preparando el pregón, que resultó ser uno de los más divertidos, completos y, sobre todo, gaditano, de los últimos años.
La pregonera estuvo acompañada sobre el gran escenario de San Antonio por un nutrido grupo de artistas y amigos, con su propio marido, Chaboli, al frente de un conjunto musical que sonó de maravilla. Y bajo las tablas, a pocos metros del escenario, su familia, que no paró de animarla, lo mismo que un público que se entregó a la causa como gran aperitivo de la noche grande de la fiesta gaditana.

PREGÓN DE CARNAVAL 2012